me subo a la micro como parte de mi rutina, mientras en mis oídos escucho a ese músico del que de a poco me volví adicta, recorro caminos,
soy una simple pasajera, un trabajador con pies pesados que rompe cosas por su corazón enrabiado y de las cuales sus manos se llenan de heridas, cicatrices de un diario sentir,
y aun me pregunto si es consciente o inconscientemente eso, me quemo sin mayor interés, es rutina sobre rutina, da igual, yo seguiré estática siendo parte de ese paisaje absurdo que se ha vuelto mi mundo,
me siento consumida; por trabajos, por la pega, amores y re-amores, mi familia, los demás,
los demas que se esconden en mi piel como palabras y calan hondo en este nuevo y viejo corazón herido, que últimamente le dio por herir a otros.
no me di cuenta de que consultaba el celular buscando esa llamada, quizá la que hasta ayer pensaba que me tenia agobiada, esperaba ese sonidito que me pronunciaba tu nombre o ese numero que es lo mismo para mi desde hace un tiempo,
te extraño y ahora lo siento con pena porque tu debes estar igual y no me atrebo a llamarte porque me da miedo decir que te quiero entre lineas,
en fin, hoy hace mas frio que otros dias y anoche soñé contigo,
creo estar bien, pero tambien creo que necesito un abrazo, no de otros, sino el tuyo...
