Y mi pecho se fracturo, el sonido que provoco fue tan grande
que mis latidos se enmudecieron y que de los arboles volaron aves, pensé que había
sido un terremoto, pero no fue mi pecho fracturado otra vez.
Estruendos y marejadas, mi voz agónica gritaba esperanzas y pedía
a gritos amor,
Lo intento entregar, pero este se perdió y viajo lejos a un
lugar sin mar,
Mis ojos estallaron y cayeron en un fulgor fuerte, las
cataratas del Niágara fueron poco para describir el llanto, la rabia, la pena y
la frustración.
No entiendo en este punto a mi propio cuerpo que grita sin
que mi mente lo haga, hoy hay un agujero en mi estomago y mi pecho esta abierto
y fracturado, mi sangre cae y mancha el suelo, mi corazón trata de latir,
mientras mis cicatrices esas que me hice yo son un recuerdo permanente de lo
tonta que fui y lo tonta que soy.
Trato de que mi cama no oiga el llanto y me escondo,
perdiéndome entre sabanas eternas, Sintiéndome desnuda,
Es que se me olvido que ya no soy de hielo y que mi cuerpo
es musculo cálido, el que también siente el frio y el desgaste.
Mis oídos ya cansados, mis brazos largos y extendidos se
derritieron, se gastaron, se encogieron y perdieron su funcionalidad.
Mis labios esta vez son de escarcha y se quedan pegados,
mudos, muertos.
22-11-2012
18.17