Camino paso a paso en la mañana de un otoño frio y feriado. Las calles vacías, silenciosas, tan solo un par de ruidos distraen mis pensamientos que para variar están dirigidos a ti (¿estarás bien?), el rose de mis pies intentando empujar el mundo con todas las fuerzas, siguiéndose uno tras otro, uno tras otro, como increíbles sombras, uno tras otro, uno tras otro, creando un infinito sonido, casi absorvente, nunca me había dado cuenta de este acontecimiento hasta hoy(XD), también la silenciosa despedida de las hojas que despiden en su ultimo suspiro todo lo observado; Adiós viento, adiós viajero, adiós enamorados. Su suave crujido bajo mis pies que divertidos como niños se imitan y divierten descubriendo los sonidos del mundo, me doy cuenta que estoy absorta en esto, pisando hojas, escuchándolas, riéndome de esta belleza abrumante que nos presenta la naturaleza (¿no es un regalo?), sintiendo esta sencillez destructivamente bella, destructivamente extraña, destructivamente irracional, muestra de mi demencia (suponjo media alcohólica), sigo mi camino, cruzo la calle y llego a mi hogar, me dirigí directo a mi cama, me siento en ella y reviso la hora son las 10:00 am, apoyo mi cabeza en el almohadón y tomo un eterrno (énfasis en eterno con doble r para que suene enfatisado) descansó de mis pensamientos, mi cuerpo se queda en la tierra, mi mente en los sueños, pero 2 horas después vuelvo a la realidad....
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